Año nuevo, vida nueva. Llegado el mes de enero, muchos de nosotros nos planteamos nuevos objetivos y metas. ‘Cuidarse y perder esos kilos de más’ es posiblemente uno de los objetivos más populares al comenzar el año… ¿Pero cuantos de nosotros conseguimos llegar a la meta con éxito? Pues un porcentaje bajísimo. La mayor parte de nosotros se rinde pasadas unas semanas.
Deja de cometer los errores más comunes que fastidiarán el subir al pódium (en este caso, la báscula) y alzar el brazo, gritando – ¡Lo conseguí!
Nuestro entrenador personal y dietista Daniel Arranz nos lo explica en este artículo.
1. COMER MUY POCO. No ingerir suficientes calorías.
Si no ingerimos las suficientes calorías el metabolismo se ralentizará provocando un menor gasto calórico. La auto-regulación del cuerpo tenderá a guardar reservas para épocas peores de hambruna.
2. SALTARSE LAS COMIDAS. Hacer menos de 5 comidas al día.
Realizando varias ingestas al día lograremos un leve incremento metabólico y desaparecerá la sensación de hambre. Además la digestión requiere un gasto considerable de calorías. Come sano e inteligentemente varias veces al día.
3. HACER DIETAS «MILAGRO». Disociadas, de moda, etc. Puede que nos visite el temido «efecto rebote».
Estas dietas te harán perder peso «milagrosamente», aunque no les importará que pierdas grasa, músculo, líquido.. Son tan «agresivas» que el efecto rebote será inevitable. Por algo se llaman ‘dietas de moda’, se siguen por que todo el mundo las sigue. Mucho cuidado.
4. OBSESIONARSE CON RESULTADOS INMEDIATOS. Lleva a la frustración y abandono de la dieta.
Una dieta es una maratón, no un sprint, no por mucho correr llegarás antes a la meta. Empieza cogiendo hábitos saludables y los «buenos» resultados llegarán, pero a su tiempo.
5. PESARSE TODOS LOS DÍAS. Conduce a obsesionarse y no saber apreciar los pequeños cambios.
El peso corporal varía de un día a otro, dependiendo de los líquidos que se retienen, el cansancio acumulado, el descanso, etc. Si nos pesamos cada día o varias veces al día los resultados puedes frustrarnos y seguramente abandonemos nuestros objetivos.
6. CALCULAR MAL LOS OBJETIVOS. Sé realista. ¡No puedes perder 20 kilos en 2 meses!
Si nos ponemos objetivos «no realistas» o a muy corto plazo seguramente caeremos en todos los errores anteriores. Resultado: abandonaremos por frustración o entraremos en ‘zonas peligrosas’ para nuestro organismo.
7. NO REALIZAR NINGUNA ACTIVIDAD FÍSICA. No hay suficiente gasto calórico con la dieta. El ejercicio físico es fundamental.
Para poder incrementar la cantidad de ingesta manteniendo el déficit calórico necesitamos incrementar la cantidad de consumo de nuestro cuerpo. Estimula tu cuerpo a base de ejercicio. Trabaja todos los músculos, tonifícate y recluta nuevas fibras que harán incrementar tu metabolismo y harán sentirte enérgico e invencible.
8. LOS PRODUCTOS ‘LIGHT’ ADELGAZAN. Falso. Llevan menos azucar pero igual o incluso más calorías.
La mayoría de productos ‘Light’, ‘Diet’, etc. pueden no ser tan buenos para perder peso como pensamos. Por ejemplo: Un producto que sea «Fuente de Fibra» en el desayuno, puede estar inflándote a carbohidratos, de los cuales el 90% sean grasas y azúcares añadidos, incrementando las calorías. Pero lo que leíste al comprarlos era que ‘sí garantizan’ los 3 gr. de fibra recomendables para una dieta sana y saludable. La información te puede desinformar.
9. SEGUIR BEBIENDO ALCOHOL Y/O BEBIDAS DULCES. Calorias líquidas olvidadas que te alejarán mucho de tu objetivo.
Las bebidas energéticas pueden ayudar a reponernos después de un esfuerzo, pero suelen ir cargadas de azúcares, de la misma manera el alcohol esta lleno de calorías que no aportan ningún nutriente esencial para el cuerpo. Perdida de peso y alcohol o bebidas azucaradas no son compatibles.
10. COMPARARSE CON LOS DEMÁS. No todos perdemos/ganamos peso al mismo ritmo. Cada metabolismo es distinto.
Comparar la perdida de peso o la ganancia muscular entre tú y tus compañeros no es una buena idea. Cada cuerpo tiene una composición y reacciona a las dietas de diferente manera. Si te obsesionas, puedes frustrarte y abandonar tus objetivos. Tu mejor motivación tienes que ser tú mismo. Compárate contigo. El reto está en ti.