La batalla de las artes marciales en la era de la industria del fitness

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Actualmente el crecimiento de los sistemas de fitness y nuevos métodos de acondicionamiento físico están en auge. La industria del fitness crece y crece, y el perfil del consumidor final, el cliente, busca nuevas tendencias.
Los nuevos sistemas de fitness se adaptan perfectamente a las necesidades del “nuevo público”; Entrenamientos exigentes, precios competitivos y una gran dosis de camaradería.
¿Y que pasa con las escuelas tradicionales de artes marciales?
¿Realmente nos afecta o puede llegar a beneficiarnos?

Desde siempre las artes marciales han sido una buena manera de ponerse en forma. Miles de escuelas han proliferado en los últimos 30 años y actualmente siguen abriéndose nuevos Dojos (escuelas de artes marciales). Pero, comparado con los centros de fitness, el crecimiento de centros de artes marciales es ínfimo.
Los primeros maestros, los pioneros, poco sabían de fitness  y supieron perfectamente como hacer que el arte marcial tradicional también pudiese servir como acondicionamiento físico. Sus sistemas ortodoxos, a veces rudos e incluso “antinaturales” marcaron una época. Quizá aceptada por una generación excitada al ver por primera vez las artes marciales que aterrizaron en el país o por las series de “Kung Fu” y películas de Bruce Lee, que tanto marcaron en esos años.

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Escena de la película Karate Kid  (1984)

El paradigma actual es completamente distinto. El instructor de artes marciales, generalmente, esta altamente cualificado en sistemas de entrenamientos modernos  y considera a sus alumnos como un equipo que debe entrenar, evaluar y maximizar su rendimiento para obtener objetivos determinados.
¿Nos acerca esto a considerar las artes marciales como parte de la industria del fitness?  En cierto modo, SÍ.

Si observamos detenidamente, los nuevos sistemas de entrenamiento en el fitness, han incorporado entrenamientos “marciales” en sus competencias, tales como el boxing, rings, entrenamientos con sacos, guantes, etc. Sin olvidar entrenamientos militarizados, movimientos con el cuerpo (que provienen de técnicas de artes marciales conocidas) y un sinfín de protocolos en el grupo que ya se usaban en las pioneros sistemas de lucha.

¡Ahora más que nunca, la industria del fitness se ha Re-Evolucinado con la implantación de métodos marciales en sus sistemas! ¿No es genial?
Esta claro que no puede haber batalla cuando los dos bandos salen beneficiados. De manera natural estamos ante la simbiosis del sector del Fitness y las Artes Marciales.

Si sabemos entender que recíprocamente hay un beneficio común, dejaremos de luchar y simplemente aprenderemos de ellos (y ellos de nosotros), les enseñaremos  (como hemos hecho los últimos años) y poco a poco observaremos como la industria del fitness se acerca cada vez más a lo que son las artes marciales. Ellos ya han visto nuestro potencial.

La Re-Evolución no acaba más que empezar. (Y eso es muy bueno)

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